Con sólo tres euros se construyen minas que mutilan vidas humanas

El horror de las minas antipersona llega a Madrid
El periodista Gervasio Sánchez inaugura su exposición de fotografías sobre víctimas de estas armas

CADENASER.COM 27-11-2007
Hace diez años la comunidad internacional se comprometió a combatir la lacra de las minas antipersona. Por sólo tres euros (coste medio de este arma) se destruyen vidas y se deja miles de mutilados en el mundo. Para denunciar este horror, el periodista de la Cadena SER, Gervasio Sánchez, inaugura hoy en Madrid la exposición 'Vidas minadas. 10 años después', donde recoge en sus instantáneas la vida de hombres, mujeres y niños cuyas vidas quedaron destrozadas. Esta mañana, en 'Hoy por Hoy', Gervasio, junto a Sofía y Manuel, que perdieron sus piernas, han denunciado la actitud hipócrita de muchos Estados en esta materia, entre ellos, el español.

Hace diez años, más de 150 países se comprometieron en Ottawa (Canadá) a no utilizar jamás las minas antipersona, armas que causan más de 60.000 víctimas. En su larga trayectoria como corresponsal de guerra y fotógrafa, Gervasio Sánchez (Córdoba, 1959) ha conocido a hombres, mujeres y muchos niños mutilados tras pisar una de estas minas en Bosnia, Mozambique, Camboya, El Salvador... Sus historias quedan ahora reflejadas en una exposición que se inaugura esta tarde en el Instituto Cervantes de Madrid.

Al horror de las consecuencias se une, según Sánchez, la actitud hipócrita y dejadez de los Estados, que se comprometieron al desarme -en el caso español se llegó a destruir 850.000 minas en un tiempo inferior al fijado por el Tratado-, pero que no invierten casi en el desminado y en la ayuda a las víctimas. "En los Gobiernos del PP apenas se dedicó a este problema 710.000 euros de media anual, lo que se gasta una gran ciudad en los castillos de fuego de fin de fiesta", asegura el periodista, para quien el incremento de esta partida (hasta los seis millones) que ha realizado el Gobierno de Zapatero es "cínico e intolerable", porque al mismo tiempo se ha reactivo la venta de armas, sobre todo de bombas de racimo, a países con conflictos internos.

Además, en Ottawa los países que ratificaron el Tratado se comprometieron a acabar con todas las minas antes de 2009. "Pero al ritmo actual de desarme, según Naciones Unidas, se necesitarían 1.100 años y más de 39.000 millones de euros", según denuncia.
Sofía y Manuel, dos jóvenes que perdieron sus piernas

Gervasio destaca que estas minas no son tan peligrosas durante la guerra como cuando el fuego cruzado cesa y los exiliados y campesinos deciden regresar a sus pueblos y casas, que han quedado minadas por los combatientes. Dos de estas víctimas han acompañado a Gervasio Sánchez en los estudios de la Cadena SER. Sofía, una joven mozambiqueña de 25 años y dos hijos, perdió sus dos piernas en 1993 al pisar una mina abandonada. Su hermana tuvo peor suerte, y murió a los pocos días por una fuerte infección. Ahora no puede ayudar a su madre en el campo. El caso de Manuel, salvadoreño de 36 años, es muy similar. Pocos días antes de la firma de los acuerdos de paz entre el Gobierno y la guerrilla, este hombre -padre de cuatro niños- perdió también sus extremidades inferiores.

Uno de los problemas principales con el que se encuentran estas víctimas es el sistema de atención sanitaria en sus países que les garantice prótesis con las que poder desarrollar con cierta normalidad sus vidas. Sofía, por ejemplo, lleva cinco piernas ortopédicas en tan sólo catorce años.